Grupos Apostólicos
Hormiguitas
LaSallistas Kinder
La escuela lasallista, preocupada por la formación integral de sus alumnos
ha buscado maneras de brindar a los niños y jóvenes oportunidades de
formación adicional que complemente su educación. Una de las formas que las
escuelas lasallistas tienen para apoyar la educación en todos los ámbitos de
la persona es el desarrollo de grupos infantiles y juveniles.
Esta forma de organización mediante grupos forma parte de toda la Pastoral
Educativa que se desarrolla en cada una de las obras del Distrito México
Norte. Para entender un poco más el concepto de Pastoral nos referimos al
conjunto de acciones de la comunidad eclesial que, animada por la praxis de
Jesucristo, busca construir el Reino de Dios en las situaciones concretas de
la vida de los hombres.
Otras definiciones de Pastoral o de acción pastoral que nos pueden ayudar a
entender el marco general de la Pastoral Infantil y Juvenil son: “La
Pastoral es la acción multiforme de la comunidad eclesial animada por el
Espíritu Santo, para la realización en el tiempo del proyecto de salvación
de Dios sobre el hombre y su historia, en relación a las situaciones
concretas de vida.” “Por acción pastoral entendemos la totalidad de la
acción de la Iglesia y de los cristianos, a partir de la praxis de Jesús, de
cara a la implantación del Reino de Dios en la sociedad.”
Ante la necesidad de desarrollar acciones pastorales, nos preguntamos el por
qué del trabajo en grupos. ¿Por qué no es optamos por otra forma de
organización de la Pastoral? ¿Por qué nos organizamos mediante grupos?
El hombre necesita del otro, de la relación con los demás. Las personas que
viven aisladamente pueden parecer problemáticas, anormales, ermitañas… No
basta el monólogo. Para “ser”, es necesario verse reflejado en el otro.
Confrontándonos con los demás, mirándonos en ellos, escuchándonos en sus
palabras y reacciones, nuestra personalidad se va haciendo. En la infancia y
la juventud el hombre define su personalidad; es cuando se transforma con la
influencia de los demás.
El niño y el joven realizan muchas actividades en grupo: hacer deporte,
tocar música, pasear, escultismo… Ellos se reúnen con quienes tienen
características semejantes a ellos: edad, ocupación, aficiones, familia,
nivel económico, etc. El niño y el joven necesitan del grupo.
Al agruparse persiguen un objetivo común. Sin embargo no siempre el objetivo
que los congrega está encaminado a crecer, a madurar. Algunas veces los
muchachos se reúnen en pandillas y otros grupos, que lejos de dedicarse a
fines constructivos ocupan su tiempo en actividades que los destruyen como
personas.
Las actividades desarrolladas en los grupos del Movimiento Infantil y
Juvenil Lasallista, buscan seguir objetivos comunes de crecimiento humano y
cristiano, por lo que su presencia dentro de la Pastoral Educativa es una
forma privilegiada de desarrollo integral. Cualquier esfuerzo realizado en
pro de la construcción del Reino de Dios puede ser considerado actividad
pastoral.
Los grupos infantiles y juveniles tienen una finalidad trascendente. “Sus
miembros quieren ser apóstoles, amigos y seguidores del Señor, que sirviendo
y dando testimonio en su ambiente buscan cimentar una comunidad de amor. Su
finalidad es llevar la Buena Nueva a todos los ambientes donde sus miembros
participan”, por distintos que estos sean.
Desde el momento en que el niño y el joven optan por reunirse, es porque
buscan recorrer un camino en grupo. Cualquiera que sea el objetivo del
grupo, en él se darán aportaciones, se compartirán inquietudes, se
enriquecerán mutuamente.
Los grupos coinciden en su búsqueda de llevar la Buena Nueva. Sin embargo,
existe una variedad inmensa de ellos ya que difieren en el modo de realizar
su labor: algunos tratan de irradiar alegría cristiana al cantar durante las
misas o al dar audiciones; otros prefieren llevar a Cristo en forma
vivencial a los demás y para ello organizan retiros, jornadas, encuentros;
algunos más se interesan por la formación integral y otros dedican parte de
su vida en servicios comprometidos con su comunidad.
Los grupos responden a las necesidades de los alumnos de recibir una
formación integral a través de logros mínimos en cinco áreas: humana,
cristiana, lasallista, comunitaria-eclesial y apostólica, en la cual cada
uno de los miembros pueda desarrollar una actividad pastoral de acuerdo a
sus capacidades y limitaciones. El grupo debe ser un espacio que brinde la
formación necesaria para ser mejores personas y para desempeñar una acción
concreta a favor de los más necesitados. Debe permitir a los alumnos la
realización de cualquier trabajo a favor de los más pobres. Para algunos la
acción realizada en misiones es el momento privilegiado para desarrollar la
dimensión apostólica; también se realizan algunos apostolados, visitando
colonias, dando catequesis, trabajando en un equipo litúrgico, visitando
casas hogar para niños o ancianos. El grupo debe dar la oportunidad de que
cada quién desarrolle sus talentos donde mejor le convenga. Entendiendo
claramente que el grupo trabaja para un mismo fin: La construcción del
Reino.
El trabajo pastoral mediante grupos busca que la formación de cada uno de
los miembros se dé en un ambiente de familia, fraternidad o comunidad. Por
lo tanto el mejor lugar para desarrollarse es en el desarrollo de pequeño
equipos de trabajo que no deben de exceder las 12 o 15 personas. Por qué es
en el pequeño grupo donde los miembros se sienten en confianza y donde
pueden compartir con seguridad y fortaleza sus ideales, sueños, alegrías y
fracasos.
En el Distrito existe un Movimiento que agrupa las actividades pastorales en
pro del desarrollo integral de los niños y jóvenes del Distrito. El nombre
es: “Movimiento Infantil y Juvenil Lasallista”.
Este esquema de organización nacido de la reflexión de varios años de
Hermanos y seglares permite trabajar de una manera más articulada y
organizada ya que tiene una estructura por niveles y áreas en la que se
atiende a niños y jóvenes de las obras lasallistas del Distrito.